MONOPLEJIA SIN ATROFIA MUSCULAR
La monoplejia sin atrofia muscular suele deberse a lesión de la primera neurona de la vía motora. La lesión se puede localizar a cualquier nivel desde la corteza cerebral hasta la médula espinal, si bien las monoplejias por lesión central son poco habituales.
Una lesión cortical de pequeño tamaño que afecte a la región del homúnculo de Penfield en la que tiene representación motora una extremidad puede producir monoparesia. La localización subcortical es mucho menos frecuente, dado el alto nivel de empaquetamiento de las fibras del haz corticoespinal en la cápsula interna y el troncoencéfalo. En estos casos la monoparesia se acompaña de otros signos de primera motoneurona, como son la hiperreflexia, espasticidad, clonus, signo de Babinski...
Las lesiones agudas de la segunda neurona motora también pueden producir monoplejia, pero en este caso se acompaña de hiporreflexia e hipotonía. La atrofia muscular es un fenómeno que aparece en lesiones crónicas (Brazis et al, 2007)
Algunas de las causas más frecuentes de monoparesia sin atrofia muscular son:
- Vascular: El infarto presilviano por obstrucción de la arteria cerebral media (ACM) puede producir una monoparesia braquial de instauración brusca, que afecta a más de un territorio de inervación por un nervio periférico. El infarto frontal parasagital por obstrucción de la arteria cerebral anterior (ACA) puede producir monoparesia crural.
- Tumoral: Un ejemplo típico es la monoparesia crural debida a un meningioma de la hoz. Con cierta frecuencia los síntomas producidos por tumores intracraneales son inconstantes debido a fluctuaciones en el edema perilesional.
- Inflamatoria: Una mielitis por esclerosis múltiple puede producir monoparesia, si bien se suele acompañar de otros síntomas focales.
- Infecciosa: Absceso cerebral o epidural.
- Otras: Menos frecuentes son la migraña con aura (que además suele asociar síntomas sensitivos y/o visuales precediendo a la cefalea) o las crisis comiciales (que suelen producir síntomas positivos con mayor frecuencia). (Misulis 2004)
En el estudio diagnóstico es fundamental realizar una correcta anamnesis para conocer la cronología de los síntomas. Los estudios de conducción nerviosa (ENG, EMG) contribuyen a caracterizar la monoparesia. Son de gran importancia las pruebas de neuroimagen (TC craneal, RM cerebral, RM medular...) que ayudarán a descartar una lesión ocupante de espacio, una lesión isquémica, etc.
MONOPLEJIA CON ATROFIA MUSCULAR
La atrofia muscular puede deberse a desuso de la extremidad por una lesión central, pero es de menor intensidad que cuando se debe a denervación por lesión de la segunda neurona motora, ya sea a nivel de la médula espinal, raíz, plexo o nervio periférico. A diferencia de la atrofia por desuso, cuando la lesión afecta a la segunda motoneurona la debilidad muscular se acompaña clínicamente de hipotonía, hipo o arreflexia, y puede haber fenómenos positivos como las fasciculaciones. (Adams y Victor, 2004)
El patrón de la debilidad muscular y la existencia de otros síntomas (alteración de la sensibilidad, dolor...) dependerá de las estructuras afectadas (raíz nerviosa, plexo, nervio periférico) y de su número y distribución (mononeuropatía, mononeuritis múltiple, polineuropatía...).
La etiología es muy variada, e incluye las siguientes:
- Traumática: los traumatismos obstétricos han sido causa frecuente de monoplejia braquial por lesión del plexo braquial; traumatismos medulares...
- Vascular: infarto medular, infarto de la Arteria cerebral anterior.
- Tumoral: los tumores cerebrales pueden producir monoparesia aunque es más habitual que produzcan hemiparesia, que no se acompaña de dolor. Los tumores espinales (intra o extradurales), las plexopatías infiltrativas o paraneoplásicas sueles asociar dolor localizado a nivel de la lesión en el primer caso, o de características neuropáticas en el segundo.
- Post-radiación: suelen ocurrir de manera diferida años tras la radiación, principalmente son cuadros de mielitis y plexopatía.
- Tóxicas: existen múltiples moléculas capaces de producir neuropatías (quimioterápicos, antibióticos, metales pesados...) que pueden simular una monoparesia. Una exploración minuciosa debería ser suficiente para delimitar el territorio de la debilidad muscular.
- Enfermedades inflamatorias: esclerosis múltiple, plexitis inflamatorias.
- Enfermedades degenerativas: la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), la atrofia muscular espinal (AMS), la amiotrofia monomiélica... pueden cursar como una monoparesia con atrofia.
- Enfermedades sistémicas: una de las complicaciones a largo plazo de la diabetes es la amiotrofia diabética, que cursa con paresia de predominio proximal en miembros inferiores y dolor neuropático. (Misulis. 2004)
En las lesiones de segunda motoneurona, el estudio de la conducción nerviosa (ENG, EMG) suele demostrar actividad muscular espontánea (fibrilaciones, fasciculaciones) además de pérdida de potenciales de unidad motora.
BY ALEXANDRA ZULUAGA
PARAPLEGIA
Un término griego derivó en el latín paraplexia, y éste en un concepto que, en nuestra lengua, puede escribirse y pronunciarse de dos maneras: paraplejía o paraplejia. La noción se emplea para nombrar a lo que sufre una persona cuando la región inferior de su cuerpo se encuentra paralizada por algún tipo de daño
Dicha parálisis puede ser producida por enfermedad hereditaria o adquirida, una lesión en la médula espinal o un tumor. Por ejemplo: “El cantante sufre de paraplejia desde que se accidentó con su avioneta”, “Tener paraplejia no impide desarrollar actividades deportivas”, “El hombre atropellado por el conductor ebrio quedó con paraplejia”.
Se denomina paraplejia espástica hereditaria a un conjunto de trastornos degenerativos genéticos que afectan la médula espinal. Se caracteriza por causar una gran rigidez y un tono muscular excesivo en las piernas, así como por sobrecargar sus músculos.
La paraplejia puede producirse por un trauma. Un balazo, un accidente de tráfico o una caída desde una altura considerable son situaciones que pueden dañar la médula, ya sea comprimiéndola o seccionándola. El problema en la médula también puede producirse por el crecimiento de un tumor que la comprima.
Las personas que sufren de esclerosis múltiple o de mielitis transversatambién pueden quedar parapléjicas. A causa de este estado, los individuos experimentan grandes problemas para desplazarse (por lo general tienen que recurrir a una silla de ruedas) y pueden sufrir trastornos intestinales, incontinencia e impotencia.
La paraplejia, por otra parte, puede generar efectos secundarios en la salud, como neumonía o trombosis. Esto se debe a la imposibilidad de desplazarse con normalidad, lo que atrofia al organismo. Para minimizar la posibilidad de que aparezcan estos efectos, la fisioterapia es una buena alternativa.
El editor pornográfico Larry Flint y el músico Herbert Vianna son dos personalidades que sufren de paraplejia. Muchos deportistas parapléjicos, por otra parte, son célebres por sus logros en los Juegos Paralímpicos.
Paraplejia espástica hereditaria
Para diagnosticar la paraplejia espástica hereditaria es necesario en primer lugar examinar cuidadosamente el historial familiar y personal, además de realizar un examen físico completo y valorar cualquier hallazgo que pueda guardar relación con los síntomas generalmente asociados a estas enfermedades: sensación vibratoria de los pies reducida; dificultades para efectuar la flexión dorsal del pie (rotación del pie que acerca los dedos a la espinilla); sensación de debilidad; espasticidad (espasmos que manifiestan una hipertonía muscular) y rigidez en las piernas; dificultades para caminar y para mover la cadera.
Además de dichos procedimientos, también es posible llevar a cabo pruebas complementarias, como ser el análisis del ADN, para lo cual es necesaria una extracción de sangre. Cabe mencionar que esta última práctica no es generalizada, dado que ciertas mutaciones genéticas vuelven difícil la detección de la enfermedad en algunas familias. Existen enfermedades con síntomas similares, y por ello el camino más recomendado incluye varias pruebas complementarias para poder definir el cuadro con precisión y comenzar a actuar adecuadamente.
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VALENTINA DUQUE SOTO
TETRAPLEJIA MUSCULAR
La parálisis cerebral es un padecimiento que principalmente se caracteriza por la inhabilidad de poder controlar completamente las funciones del sistema motor. Esto puede incluir espasmos o rigidez en los músculos, movimientos involuntarios, y/o trastornos en la postura o movilidad del cuerpo.
TETRAPLEJIA MUSCULAR
La tetraplejía, también conocida como cuadriplejía, es un signo que se caracteriza por la parálisis total o parcial de las extremidades superiores e inferiores.
Esta alteración se produce debido a una lesión en la médula espinal. Concretamente, el daño de algunas de la primeras vértebras torácicas puede provocar tetraplejía.
La cuadriplejía suele afectar a los nervios espinal cervical y, además de provocar parálisis en las cuatro extremidades del organismo, también puede afectar a otras regiones como el abdomen o el pecho, provocando dificultades respiratorias.
Las principales causas que pueden dar lugar a estos signos son los traumatismos padecidos en accidentes graves y ciertas patologías tales como la mielitis transversa, la poliomielitis o la espina bífida.
Así mismo, la tetraplejía suele asociarse con varias complicaciones secundarias a la parálisis que origina, como por ejemplo el riesgo de infección, la movilidad reducida, las úlceras de decúbito o el control involuntario de la vejiga y el intestino.
En el presente artículo se postulan las principales características de esta afección. Se revisan los signos, los síntomas y las causas de la tetraplejía y se comentan las intervenciones a realizar en individuos que padecen este tipo de lesión.
Características de la tetraplejía
La tetraplejía es una condición que se produce cuando la persona padece una lesión de la medula espinal por encima de la primera vértebra torácica.
Dicha lesión se caracteriza por afectar a los nervios espinal cervical y genera una parálisis total o parcial de los brazos y las piernas.
En este sentido, se determina que una persona padece tetraplejía cuando es incapaz de mover sus extremidades inferiores y superiores debido a un daño en las vértebras cervicales de la médula espinal.
Por lo general, los individuos que presentan tetraplejía no son capaces de recuperar su capacidad de movimiento, por lo que se considera una afección que normalmente resulta crónica.
No obstante, en algunos casos poco prevalentes, la persona puede recuperar algo de movimiento si realiza una rehabilitación intensiva.
A pesar de que la parálisis de los brazos y las piernas constituye el atributo patognómonico de este signo medular, la tetraplejía puede provocar otros síntomas como la debilitación de los músculos del abdomen y el pecho.
Este factor, conjuntamente con la parálisis de movimiento, suele relacionarse con varias de las complicaciones que pueden derivar de la cuadriplejía.
Las personas con esta afección suelen presentar un elevado riesgo de desarrollar una infección, realizar hospitalizaciones largas y frecuentes, padecer alteraciones en la sensibilidad y experimentar un deterioro de su función respiratoria.
Tetraplejía y lesión medular
Los daños en la médula espinal suelen resultar condiciones altamente complejas. Cada lesión resulta distinta ya que puede dañar a regiones diferentes la médula espinal, por lo que suelen originar signos y síntomas distintos.
De todas las lesiones de la médula espinal, la tetraplejía es probablemente el tipo de lesión cervical más grave y difícil de rehabilitar.
La médula espinal constituye un canal que recorre mediante la columna vertebral desde las zonas encefálicas hasta las regiones lumbares. El objetivo principal de esta estructura consiste en transmitir los impulsos nerviosos del cerebro hacía las extremidades del organismo.
En este sentido, cuanto más intensa sea la lesión, es decir, mayor daño se produzca en la médula espinal, más complicado será el tratamiento de la tetraplejía.
En la actualidad, existe un elevado consenso en afirmar que los traumatismos cervicales son condiciones crónicas, por lo que la cuadriplejía resultaría una afección irreversible.
No obstante, las investigaciones avanzan en búsqueda de soluciones para regenerar las lesiones en la médula espinal, principalmente a través de la aplicación de células madre. Dicha línea de estudio postula la posibilidad de, en un futuro, encontrar herramientas terapéuticas para intervenir condiciones patológicas como la tetraplejía.
Lesión que causa tetraplejía
Las lesiones que causan tetraplejía se caracterizan por afectar una zona determinada de la médula espinal. Concretamente, este signo surge cuando se daña alguna de las primeras siete vértebras de la médula, las cuales se conocen como vértebras cervicales.
En este sentido, la tetraplejía se desarrolla debido a una lesión en la región superior de la médula espinal, es decir, en alguna de las vértebras que se localizan en la zona del cuello.
Las siete vértebras cervicales de la médula espinal se denominan a través de la letra C y el número correspondiente. La vértebra más cercana al encéfalo recibe el nombre de C1, la siguiente C2, la tercera C3, la cuarta C4, la quinta C5, la sexta C6 y la séptima C7.
PARÁLISIS CEREBRAL
CARACTERISTÍCAS
- En primer lugar, los trastornos son debidos a una lesión cerebral (encéfalo) que interfiere en el desarrollo normal del niño. Se produce en el primer año de vida, o incluso en el período de gestación, y puede ocurrir hasta los cinco años.
- Se distingue por el daño dominante de las funciones motrices, el cual afecta al tono, a la postura y al movimiento.
- Por último, hay un concepto generalizado de que la lesión no es evolutiva pero sus consecuencias pueden variar en el niño. Los trastornos motores afectan a la mayoría de los casos a los órganos bucofonadores y dificultan el desarrollo de la alimentación y el habla.
CAUSAS
Las causas que producen la parálisis cerebral van a depender y a variar de un caso a otro, por tanto no puede ni debe atribuirse a un factor único, aunque todos desarrollan como determinante común, la deficiente maduración del sistema nervioso central.
La parálisis cerebral puede producirse tanto en el período prenatal como perinatal o postnatal. Teniendo el límite de manifestación transcurridos los cinco primeros años de vida.
- 1.En el período prenatal, la lesión es ocasionada durante el embarazo y pueden influir las condiciones desfavorables de la madre en la gestación. Suele ocasionar el 35% de los casos.
Los factores prenatales que se han relacionado son las infecciones maternas (sobre todo la rubéola), la radiación, la anoxia (déficit de oxígeno), la toxemia y la diabetes materna.
- 2.En el período perinatal, las lesiones suelen ocurrir en el momento del parto. Ocasionan el 55% de los casos, y las causas más frecuentes son: anoxia, asfixia, traumatismo por fórceps, prematuridad, partos múltiples, y en general, todo parto que ocasiona sufrimiento al niño.
- 3.En el período postnatal, la lesión es debida a enfermedades ocasionadas después del nacimiento. Corresponde a un 10% de los casos y puede ser debida a traumatismos craneales, infecciones, accidentes vasculares, accidentes anestésicos, deshidrataciones,
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